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La noche de fiesta La noche era perfecta: música, risas, vestidos brillando bajo las luces. La fiesta seguía. Nosotras también. Pero nuestros pies… pedían auxilio.

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El dilema Al día siguiente, entre risas, pensamos: ¿y si creamos nuestros propios zapatos? Cómodos, elegantes y con estilo. En ese momento lo dijimos como un chiste… pero todas sabíamos que tenía sentido.

La idea Y entre café y recuerdos de la noche de fiesta, una idea simple y compartida nació.

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El concepto El diseño fue intuitivo. Cercano. Real. Una forma de decir: sí, podemos estar cómodas sin dejar de brillar.

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La experiencia Muy pronto ya no fuimos solo nosotras. ÉCLAT encontró más mujeres que sentían lo mismo. Hecho desde el amor por la moda.

El final feliz Hoy, cada fiesta termina distinto. Porque ÉCLAT no es solo un zapato. Es la forma en que termina bien una gran noche.

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